En la actualidad, el desperdicio de alimentos es un problema mundial. Según un informe de la FAO de 2019, un tercio de los alimentos producidos en el mundo para consumo humano se pierde o se desperdicia cada año. Esto no solo tiene graves consecuencias en términos económicos y ambientales, sino que también es una injusticia que en un mundo en el que todavía hay personas que pasan hambre, se despilfarren recursos que podrían emplearse para alimentarlas.
Por ello, es importante que desde nuestras casas contribuyamos a reducir ese desperdicio, y una de las formas más sencillas de hacerlo es aprovechando los restos de comida que solemos tirar a la basura. A continuación, te damos algunas ideas para que puedas hacerlo de una forma creativa y sabrosa.
Los caldos y las sopas son una excelente opción para aprovechar restos de carne y pescado, así como verduras y hortalizas que hayan quedado en el fondo de la nevera. Para ello, basta con cocer en agua todos estos ingredientes (previamente lavados y picados) con algunas especias y hierbas aromáticas, y dejar que se cocinen a fuego lento durante varias horas. Al final, se cuela y queda un caldo delicioso y lleno de nutrientes que se puede utilizar como base para muchas recetas.
Las croquetas y las empanadas son una forma excelente de darle una segunda vida a los restos de carne o pescado. Solo necesitas desmenuzarlos y mezclarlos con patata cocida, leche y harina, añadiendo un poco de sal y pimienta para darles sabor. La masa resultante se deja enfriar en la nevera durante unas horas, y después se moldea en bolas o empanadas que se fríen o hornean, respectivamente.
Los restos de arroz cocido, de legumbres o de pasta pueden ser la base de unas deliciosas ensaladas que se pueden aliñar con vinagretas caseras o salsas ligeras. Además, puedes añadir otros ingredientes, como frutas, frutos secos, queso o embutidos, para darles un toque diferente. Estos platos son perfectos para los días calurosos o para llevar al trabajo en tupperware.
Es posible aprovechar frutas y verduras que estén muy maduras para hacer batidos o smoothies. Solo necesitas triturarlos en la batidora y agregar algún líquido (como leche, yogur o zumo) para obtener una bebida saludable y refrescante. Además, si los congelas en moldes de helado, puedes obtener unos polos naturales ideales para el verano.
Aprovechar los restos de comida es una forma sencilla y efectiva de reducir el desperdicio alimentario y contribuir a la sostenibilidad del planeta. Además, puede resultar muy creativo y divertido darle una segunda vida a los ingredientes que nos sobran. Desde caldos y sopas hasta croquetas, ensaladas, batidos y smoothies, existen muchas opciones para aprovechar lo que tenemos en nuestra nevera. Esperamos que estas ideas te hayan resultado útiles y que las pongas en práctica en tu hogar.